jueves, 5 de marzo de 2015

Los estafadores que intentan cambiarnos de compañía de luz o gas.

Hoy me ha pasado a mí. Había oído hablar de ellos pero nunca había visto su desfachatez. A eso de las 18 horas llaman a la puerta. Extraño, con lo tranquilo que es mi bloque. Salgo a abrir y me encuentro a un chaval, alto, sin afeitar, de cara alargada con unos papeles:
         —¿El señor de la casa?
         —Soy yo
         "¿Acaso tenía dudas? ¿Es que parezco un niño?"
         —Venimos de su compañía de gas. Supongo que es usted de Gas Natural Fenosa.
         "Ah, que eres de mi compañía de gas pero no sabes cuál es. Muy fina estrategia".
         —¿Puedo ver tu nombre? —le pregunto, en referencia a la identificación que lleva colgadita del cuello.
         —Hummm —se lo piensa—. Sí, claro.
         Por supuesto, en la supuesta identificación no figura compañía reconocible alguna y, por las medidas de seguridad, lo mismo su nombre es falso.
         —Mira, vienes a que me cambie de compañía, ¿no?
         Ahí mira hacia el suelo, levanta las cejas como el gatito de Shrek y murmura, sin apenas abrir los labios:
         —Noooo... ¿Yoooo?
         Vamos, todo su lenguaje corporal estaba gritando lo contrario.
         —Conozco las técnicas y conozco las estrategias. Aquí no cuela.
         En eso, su compañero pasa por detrás y le suelta un "déjalo que no pica" que ha sido la puntilla de mi paciencia. He cerrado la puerta.
         Indignado y dado que estaba en pijama, decido vestirme, puesto que seguían por el edificio, intentando que cayese algún anciano. Cuando salgo a toda prisa, ya era tarde. Otro vecino ha decidido echarlos con cajas destempladas y los ha "escoltado" hasta la calle al grito de "es ilegal, lo que hacéis es ilegal".
         Una pena no haber llegado a tiempo. Me hubiera gustado poderlos identificar y llamar a un zeta por si sus engaños derivan en algún ilícito penal.
         Recordemos lo que intentan: quieren que cambiemos de la empresa que nos da el servicio a una intermediaria, la suya, que nos va a cobrar todos los meses un plus en el recibo de luz o gas. Además, intentan que dejemos la tarifa de último recursos (con los precios fijados cada tres meses) por otra más alta, que no nos beneficia y nos sale más cara (más beneficios para ellos).

         No hay que picar. Lo ideal es llamar a la Policía pero a veces simplemente no hay tiempo.